Sopa tarasca

Sopa tarasca

El abrazo calientito de Michoacán en un tazón

Si alguna vez has necesitado una caricia en forma de comida, probablemente la encontraste en un plato humeante de sopa tarasca. Este tesoro michoacano es mucho más que una sopa de frijol con tortillas: es una receta que abraza el alma y despierta la memoria de cocinas llenas de aromas, antojitos y sazón de abuelita.

La sopa tarasca toma su nombre de la cultura purépecha (antes llamada tarasca), una de las civilizaciones más importantes de occidente en la época prehispánica. Nacida en la región de Pátzcuaro, esta sopa tradicional mezcla ingredientes humildes como el frijol, jitomate y tortillas con la elegancia de un buen chile pasilla y el toque crocante del queso frito. El resultado es un platillo profundo, cálido y con una personalidad muy michoacana: intensa, colorida y orgullosa.


(para 4 porciones)

  • 1 taza de frijoles bayos cocidos
  • 2 jitomates grandes maduros, asados
  • 1/2 cebolla blanca
  • 2 dientes de ajo
  • 2 piezas de chile pasilla sin semillas
  • 4 tortillas de maíz del día anterior, en tiras
  • 1 litro de caldo de pollo o de vegetales
  • 1/2 taza de crema ácida
  • 100 g de queso fresco o cotija, desmoronado
  • Aceite vegetal
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación (paso a paso)

  • Fríe las tortillas: En una olla o sartén, calienta aceite y fríe las tiras de tortilla hasta que estén crujientes. Retira y reserva sobre papel absorbente.
  • Sofríe los ingredientes base: Asa los jitomates, la cebolla, el ajo y los chiles pasilla (sin quemarlos). Luego licúa todo junto con los frijoles cocidos y un poco del caldo.
  • Cuece la sopa: En una olla con un chorrito de aceite, vacía la mezcla y cocina a fuego medio por 10 minutos. Agrega el resto del caldo y cocina otros 10 minutos hasta que espese ligeramente. Sazona con sal y pimienta.
  • Montaje final: Sirve la sopa caliente en platos hondos. Decora con las tiras de tortilla frita, una cucharada de crema y queso desmoronado por encima.

    Presentación

    Esta sopa es la reina del confort, así que merece un tazón bonito, una cuchara grande y una buena servilleta. Para un toque especial, puedes añadir rebanadas finas de aguacate o unas gotas de limón al centro. Sirve con pan calientito o totopos caseros si quieres subirle el nivel al antojo.


    Consejo del Chef Mike

    “La sopa tarasca es como ese amigo que no necesita llamar la atención, pero siempre reconforta. Hazla con calma, usando ingredientes frescos y cuidando que los chiles no se quemen al asarlos. Y si puedes preparar tus propios frijoles, mejor aún. Consejo de chef: fríe las tortillas al momento y no escatimes en crema ni en queso… porque si algo aprendimos de Michoacán, es que la vida se disfruta mejor con sabor.”

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