Enchiladas mineras

Enchiladas mineras

El tesoro rojo de Guanajuato

Si alguna vez has paseado por las calles empedradas de Guanajuato, seguramente el aroma de unas enchiladas mineras te hizo voltear. Este platillo nació para alimentar a los trabajadores de las minas: sabroso, sencillo y rendidor. Pero lo que comenzó como comida del día a día, hoy es uno de los grandes orgullos de la cocina guanajuatense.

Su color rojo vibrante viene del chile guajillo, y se sirven generosamente con papas, zanahorias y queso. No llevan carne por dentro, porque no la necesitan: su sabor es tan completo que con cada bocado entiendes por qué son parte del alma minera de México.

(para 4 personas)

  • 12 tortillas de maíz
  • 6 chiles guajillo, desvenados y remojados
  • 2 dientes de ajo
  • 1/4 de cebolla blanca
  • 3 papas cocidas y en cubos
  • 2 zanahorias cocidas y en cubos
  • 150 g de queso fresco desmoronado
  • Aceite vegetal
  • Sal al gusto

Preparación (paso a paso)

  • Prepara la salsa: Licúa los chiles guajillo con ajo, cebolla y un poco de agua del remojo. Cuela y reserva.
  • Sofríe las papas y zanahorias: En una sartén con aceite, fríe los cubos hasta que estén doraditos. Agrega sal y reserva.
  • Sumerge y fríe: Pasa cada tortilla por la salsa, luego fríela ligeramente en aceite caliente por ambos lados.
  • Arma las enchiladas: Rellena cada tortilla con queso, dóblala o enróllala y acomódala en un plato.
  • Decora: Coloca encima las papas y zanahorias fritas, más queso fresco, y si quieres, un chorrito extra de salsa.

Presentación

Sirve las enchiladas bien calientes, decoradas con tiras de cebolla morada, hojas de lechuga o crema al gusto. En un comalito o plato de barro se ven espectaculares.


Consejo del Chef Mike

“Estas enchiladas son pura nobleza: sin complicaciones y con mucho sabor. El secreto está en la salsa —nada de hervir los chiles, solo remojarlos en caliente para que no amarguen. Y no escatimes en papitas doradas… porque aquí no venimos a contar calorías, venimos a disfrutar.”

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